Ya llevamos dos días y medio en Kyoto y mañana por la tarde nos iremos. Poco tiempo pero muy bien aprovechado. Lo primero que notas en Kyoto cuando llegas es que todo, todo, todo está en japonés. Aún siendo una ciudad donde vienen muchos turistas, la verdad es que esto nos llamó la atención. Lo segundo, un montón de gente con kimonos y yukatas (sobre todo gente joven y parejas de la ciudad).
Kyoto es una ciudad muy tradicional. Aquí tienes templos por todos los sitios ya que en la segunda guerra mundial, los bombardeos americanos no llegaron a
"machacar" la ciudad tanto como ocurrrió en otros lugares de Japón. El primer día fuimos a unos de los más visitados, el Kiyomizudera y el Shasaka shrine. Si os fijais en la foto de arriba, estos templos están llenos de turistas, así que al día siguiente y después de habernos pasado por el barrio
de Gion a comer Unagi (anguila), Shuichi nos propuso pasarnospor el campo y fuimos de excursión al templo Enryaku-Ji, muy diferente ya que al estar en las montañas, los extranjeros (gaijins) ni aparecen por allí y el silencio es brutal. Muy recomendable para la gente que le encantan los templos y no soporta los sitios llenos de turistas. (2ª Foto)
Unagi (un placer para los sentidos, y no exagero) (3ª Foto)
Hoy la idea era ir en tren hasta la montaña (un tren especial
parecido a una locomotora) y bajar por los desfiladeros de un río en una barcaza (casi 16 kilómetros y muy divertidos por cierto) hasta Arashi Yama, un pueblo a las afueras de Kyoto.
En el autobús que nos llevaba a el tren, me ha tocado de compañero de viaje al señor Yamamoto, un personaje risueño de Tokyo que me ha empezado ha peguntar de donde era (sabía hablar perfecto inglés). Venía con su familia típica japonesa (su mujer y sus dos niños Yasuhiro y Ken). Hemos estado hablando casi todo el día, ya que cada vez que nos montábamos en el bus me tocaba con él y era muy abierto a la hora de hablar. Me ha ido explicando muchas cosas de los templos (había estado aquí varias veces y ahora venía con sus dos niños y su mujer a enseñarles la ciudad) y hemos hablado de casi todo. Le ha llamado la atención de que aquí en España la gente tenga 22 días de vacaciones, ya que en Japón solo tienen unos 5 días más o menos. El tema es que legálmente, tienen más, pero nadie se los coge, ya que el jefe coge muy pocos y ellos no deben pasar de esos días (estaría muy mal visto). Casi como en España, verdad????
Una de las cosas que hay que tener en cuenta, es que en Japón, si conoces a alguien o te lo presentan, le tienes que dar una trajeta de presentación tuya (ya nos comentó Shuichi que lleváramos para cuando estuviéramos con sus amigos). Como Nacho y yo las tenámos en el hotel, Shuichi les dió una y nos sacamos una foto.
Shuichi, los Yamamoto y yo. (5ª Foto)